martes, octubre 30, 2007

Nada más

Sigiloso avanza el fuego.

La llanura lo aguarda


con la mirada de quien


no desea ser despertado.




Percibe el aroma de los lirios

cuando la vertiente de arena


deja caer una última perla.




Los dorados reflejos del ocaso

van alargando nuestras sombras


en las profundas aguas del mar.


Una cálida brisa sopla un susurro.


1 Comments:

Blogger EP said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

4:13 a. m.  

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