Nada más
Sigiloso avanza el fuego.
La llanura lo aguarda
con la mirada de quien
no desea ser despertado.
Percibe el aroma de los lirios
cuando la vertiente de arena
deja caer una última perla.
Los dorados reflejos del ocaso
van alargando nuestras sombras
en las profundas aguas del mar.
Una cálida brisa sopla un susurro.
La llanura lo aguarda
con la mirada de quien
no desea ser despertado.
Percibe el aroma de los lirios
cuando la vertiente de arena
deja caer una última perla.
Los dorados reflejos del ocaso
van alargando nuestras sombras
en las profundas aguas del mar.
Una cálida brisa sopla un susurro.

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