viernes, mayo 11, 2007

La mujer del César


Es triste como la gente que no piensa arruina las cosas buenas en este país. Estuve en la presentación del proyecto de la represa San Pedro que se hizo en el marco de la participación ciudadana que obliga la ley. Unos días atrás había asistido a una charla similar en las aulas de la U. Por supuesto, en un proyecto conflictivo como ese no esperaba que las cosas fuesen pacíficas; pero al menos pensé que la gente actuaba con un poco de cerebro.

A principios de los ’90, en la edad más permeable para un cabro chico, yo vivía en Alemania. Europa estaba pasando por un fuerte proceso de conciencia ambiental y yo soñaba con algún día publicar una revista de corte ecologista. Tenía diez u once años en ese entones y ver como la ciudadanía manifestaba su preocupación, actuaba para conseguir su voto (y no sólo voz) en las decisiones, me marcó. Sin embargo, hasta el día de hoy lo que más recuerdo no es que lo consiguieran, sino cómo lo hacían. Organizados y dispuestos a enfrentar autoridades e intereses creados… pero, sobre todo, informados, con inteligencia.

Como decía, eché de menos eso en lo que se dio en la instancia de participación. Los activistas gritaban consignas a coro, repitiéndolas como un mantra, igual de “corderizados” que las masas que no actúan. Interrupciones a cada rato, gritos e incluso una actitud agresivísima para con quienes en el público deseaban escuchar la exposición. “Que se vayan”, “no queremos su represa”, “vendidos”, etc.

Es comprensible que la gente tenga ira. ¿Quién no, si llevan años engañándonos con la excusa del progreso? Nadie puede culparlos de sentirse pisoteados, porque todos hemos sido pasados a llevar. Lo ridículo es la forma, no el fondo. Cuando ellos gritan “intolerantes”, “fascistas” y reclaman que no los dejan hablar ni preguntar; ¿por qué no se miran ellos? Haciendo callar a quienes no pensaban como ellos, interrumpiendo groseramente. Un tipo dijo que quería escuchar la exposición para poder hacerse de una opinión. Incluso advirtió, probablemente para no echarse a la turba encima, que lo más probable era que al final igual se convencería de que el proyecto era una mierda. Aún así alguien le gritó que si venía al acto tenía que haber leído el estudio de impacto ambiental antes, que eso era “tarea para la casa”… ¿Quién era él para decirle al otro caballero qué debía o no hacer? Yo llamo a eso prepotencia con tintes fascistas.

Por otro lado siempre he pensado que un movimiento que plantea una buena causa debe cuidar su forma de exigir y pararse ante la sociedad. Uno no puede llegar a reclamar sin saber de qué está hablando. “La energía que se genere se va a ir toda a Santiago”, gritaba una señora (que supuestamente es educadora…) enrabiada hasta los huesos. Otro reclamaba que toda la electricidad era para las mineras del norte. Cualquiera que se interese un mínimo por ser tomado en serio y no dañas la imagen de su movimiento debería haber leído antes. Así sabría que el sistema interconectado central opera como un “pool” de energía al que aportan todas las centrales de una zona (ellos explicaban que había una desde, por ejemplo, Tal-Tal hasta Chiloé). Es evidente que una ciudad como Santiago consumirá más que Valdivia… ¿Pero acaso vamos a ir a matar a la mitad de los santiaguinos para que nuestro consumo sea comparativamente mayor?

En este momento deben haber muchos pensando “este weón está a favor de Colbún” o inventándome calificativos como vendido y similares. Nada más lejos de la verdad. Es porque me interesa que se actúe que critico con fuerza la pobre forma en que lo hacen nuestros “ambientalistas” criollos. Ante organizaciones que hablan con ignorancia, mezclan cosas separadas y se desvían del hilo central de sus propias exigencias, la sociedad reacciona diciendo “estos son una manga de tontos hipientos”. Si uno quiere tener éxito en sus demandas debe ser consistente, firme, sólido. Para los movimientos ciudadanos el dejarse pasar balas no es un lujo que puedan darse. Y es eso lo que yo observé. Hubo algunos que sí atacaron con armas efectivas: los argumentos, los cuestionamientos. Temas como la escasa diferencia entre las cotas del lago y la presa, la navegabilidad efectiva de la zona o el cambio de una zona de rápidos de poca profundidad por un sistema de laguna, son herramientas para exigir que los estudios se revisen, que se repiense el proyecto. También exigir que sean las autoridades de la nueva región las que lleven el proceso y no las actuales de Puerto Montt, es una exigencia potente.

¿Por qué insistimos en hacer las cosas mal? Por qué tiene que ser “al lote”. Y sobre todo, ¿por qué deben haber tantas contradicciones evitables? Por ahí una señora vociferaba que en Valdivia no necesitábamos más energía… ¡Todo Chile necesita más energía! Dudo mucho que ella sea de las pocas personas que tienen sus casas llenas de ampolletas ahorrativas, apagan las luces, etc. Es fácil ver sólo una arista y defender un baluarte tan cerrado. Tarde o temprano vamos a necesitar más energía, aunque sea por el mero hecho de que la población crece. ¿De dónde la vamos a sacar cuando llegue la hora? Granjas eólicas y solares suenan bonito, pero no alcanzan. La tecnología geotérmica está menos que en pañales en Chile y nadie está dispuesto (menos que nadie los “ambientalistas”) a aceptar el arma de doble filo que es la energía nuclear… Personalmente no creo que el tema sea que se hagan o no centrales hidroeléctricas, sino cómo se hagan. No podemos permitir que se nos engañe, no podemos permitir que se arrase con monstruos como Machicura. Pero eso no nos da derecho a invitar a los políticos a que anden promocionando los oscuros caminos alternativos (recuerden que los UDI ya andan hablando de centrales nucleares, porque hay mucha polémica por las hidroeléctricas).


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4 Comments:

Blogger Princesa Panda said...

Lo mas fome de todo este cuento es que cuando sales del colegio esperas que las faltas de respeto y los comentarios basados en la mera ignorancia que solian emitir tus compañeritos queden en el olvido pk ya estas en la U, donde se supone que la gente es mas ubicada, y que va a opinar con mas fundamentos pk "por algo esta en la U" y despues de constatar que sigues en las mismas esperas a salir de la U, en el trabajo se supone que la gente ha madurado un poco y que se va a cuidar de opinar como se debe, informados y cuidando de darse a entender claramente... y las cosas siguen igual, parace que la gente se niega a aprender y se queda pegada en la epoca de escuela donde no importa lo que grites si estas dentro de la masa. Y lo peor es que no se dan cuenta que con su actitud mediocre ya no solo estan quedando mal ellos, sino que ademas desacreditan a las instituciones y organizaciones a las cuales pertenecen...

En fin... es lo que hay...

Un besiru mi amor... me gusto mucho tu entrada

8:28 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Claramente el problema no es con los grupos ambientalistas... que cosa puede representar un grupo que toma el tema medioambiental como parte de su ocio, que después de enrabiarse a propósito de lo que escuchan en el mismo movimiento y haciendo valer la opinión de otros (por lo general de la gente que sabe "algo") se chantan un libro de corte socialista y lo pasean mientras se toman hasta la presión en algún antro valdiviano? (sí son las mismas ovejas que interpretan “obras de arte”)

el problema, creo yo, tampoco radica en que el chileno sea o no menos inteligente que el alemán, el problema es que qué diantre hace un grupo que no tiene permanencia, no se hace escuchar de forma adecuada, que no tiene apoyo siquiera municipal...no he escuchado siquiera de un plebiscito en Valdivia, ni siquiera cuando fue el horror de la celulosa Arauco (que a todo esto habían algunos "activistas" que ni siquiera sabían que era la celulosa, es más la personalidad jurídica la sacaron recién ahí ya que algún abogado quiso hacer algo por la causa ). El problema será el “activista” posero valdiviano?, si, son una vergüenza, recuerdo una vez estaba un trabajador de la celulosa explicando el proceso de producción, y llego el activista a gritar y a dar vuelta todo…
Por lo mismo, creo que hay conciencia, pero la gente con poder economico prefiere hacer su propia fundación pro ‘x’ o colaborar con una ONG.

está claro, la educación es insuficiente, y la forma de resolución de problemas ciudadanos tampoco es el adecuado, cualquiera puede marchar, hacer un letrero y expresarse como se le dé la gana...al final siempre llegan a los gritos, y no falta el desubica'o como relatas en tu entrada o peor aún los desordenes públicos, etc…, yo creo que está bien que la gente se reúna, es uno de los enclaves democráticos y hay gente que piensa que eso es lo único que se puede hacer en democracia, pero la cosa tiene que venir de más arriba, aunque parezca imbécil lo que voy a decir, la cosa debe provenir de políticas inteligentes, provenientes del poder político que se supone que es el representante de la gente...bueno, esa es la democracia vigente...después de todo, pero claramente se están privilegiando otros ámbitos antes del medioambiente, tales como el trabajo y la energía a cualquier costo, y de que ha de extrañarnos si es la política tercermundista, y en chile ni siquiera existe una ley medioambiental, como bien debes saber en países europeos los grupos medioambientalitas son tan respetados como los los grupos de consumidores por ejemplo. Es más, hace poco tiempo contamos con un ministro de medioambiente, Ana Lya Uriarte, ojala esa mujer siga en su ruta y no se corrompa (una vez fui a un seminario de medioambiente dictado por ella, y creo que es de las pocas personas que piensan que el tema medioambiental no tiene nada que ver con el color político)…las cosas pasan por algo y no por nada es inexistente una ley sobre medioambiente.

Ya, seguiría escribiendo
Pero tengo mil cosas que hacer aún
Te felicito por tu critica
Cariños,
Eva

3:11 p. m.  
Blogger Kaos said...

¡Gracias por el aporte Eva!

Como tu dices, siempre es la misma gente que aparece en cualquier cosa que tenga que ver con "activismo" o cultura acá en Valdivia. Lo malo es que terminan acaparandose de los espacios y monopolizando los temas.

En cuanto a la ministra... uf... hasta ahora no ha hecho gran cosa. Es más, yo (no la conozco de antes, como tu) no veo en ella la fuerza necesaria para imponer su agenda entre las demás. Cuando la he visto hablar siempre da la sensación de que tiene las manos atadas, de que tiene que trabajar con la base que le dejan los demás ministerios. Onda, después de que hacienda, minería, etc. terminan de repartirse la torta, ella va y recoge las migajas. Hasta ahora bastante débil esta ministra sin ministerio.

Eso... un tema que da para rato, como tu dices.

Ah... nunca pretendí decir que los gringos son más inteligentes que nosotros. Lo que decía es que actuaban con más inteligencia. Lo más probable es que eso sea debido a que es una nación mucho más madura a nivel democrático que nosotros. Así, privilegian, por ejemplo, la educación. Ergo, tienen ciudadanos mejor preparados para ejercer su rol de tales con responsabilidad (y sin efervecencias políticas o pseudoculturales baratas).

Cuidate monga.

2:31 p. m.  
Blogger Unknown said...

hola andrés

hay cosas tan turbias en esto que es mas de lo que me podría imaginar, no en el caso especifico de la represa del rio san pedro, pero por lo que he leido y he estudiado sobre la hidroelectrica de los encinos me llega a dar asco estar metida en esto...en un ambrollo, una madeja legal, donde las cosas mas transfugas estan amparadas por el borde de la ley civil sobre bienes raices y de inmuebles no agricolas...
no se si son demaciado inteligentes o nosotros demaciado tontos

creo que logré tener la buena impresión del lado equivocada de las cosas...
me voy a retirar
el lado oscuro me esta seduciendo
horrores
chau
y escríbete algo nuevo poh
cariños lerdo

12:15 a. m.  

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