Today we fight!

Las últimas batallas de la práctica se acercan. La escaramuza contra la voluntad la gané. El tema del cómic chileno no quedará olvidado en una trinchera sin nombre. Después de un minucioso estudio de montones de textos, de pasar horas y horas craneándome cómo resolver el misterio de ingresar el artículo a la pauta, lo conseguí. Ahora espero hacer un buen papel.

Este es quizá el trabajo más importante desde que entré a este diario. No sólo es el último que haré (de hecho, el próximo viernes acaba mi práctica, ¡y espero que esto se publique el domingo!), sino que también es un cuento personal. Es algo que me siento obligado a hacer como admirador de la tencidad de los creadores de cómic en nuestro país, que con los escasísimos recursos no dejan de tirar para arriba. Además, hay un rollo más personal aún. Es mi último trabajo y quiero que sea un trabajo freak, un tema ñoño, un tema mio.

Mañana iré a esa conocida batalla que libramos los periosdistas, en la que debemos decidir qué preguntar y a quién: la entrevista. Puede parecer una cosa menor, pero cuando uno está frente al entrevistado siempre está presente la incertidumbre del ¿qué necesitaré para armar la nota? Claro si uno prepara bien antes el tema, la cuestión se reduce significativamente, pero nunca desaparece. Los que hacen informativo lo tienen más simple. Sus preguntas vienen hechas: las famosas "W" (que para nosotros son las "Q", qué, quién, etc..). En todo caso, confío en mi y en mis entrevistados. Por lo general ellos acaban diciendo un montón de cosas más de las que uno pensaba preguntarles... una vez más, eso es algo que a los informativos no siempre les conviene, pero a mi si.

Bueno... esa es mi batalla de mañana. Y para la próxima semana la batalla de escribir y editar. Pero esas son peleas más rutinarias, con menos muertos y heridos.

Ah... y la gran hecatombe del fin de semana... hahahahha... en la que un grupo de guerreros conocidos como los Valdivianos, tendrá que sobrevivir a un empacho con buena comida. A prepararse José Manuel y Oscar, porque los platos de comida nos esperan bien apertrechados.

A preparasre como corresponde:

He aquí que veo a mi padre,
he aquí que veo a mi madre,
a mis hermanas y mis hermanos.
He aquí que veo el linaje de mi pueblo hasta sus principios.
Y he aquí que me llaman,
me piden que ocupe mi lugar entre ellos.
En los atrios de Valhala donde sólo viven los valientes,
para siempre.


... ojlá despues de tanta batalla logre ganar la guerra de la práctica... y pueda regresar sin mayores mutilaciones a los brazos de mi hermosa Stephanie (alá la tenga en su gracias y la bendiga... y por si acaso que la bendiga Budha y Jesus y todos los demás también).
Te amo muchísimo, diagn lo que digan los demás o piensen los eones y las estrellas.