lunes, febrero 13, 2006

No hay lugar como el hogar.


He regresado al exilio... una vez más atrapado en Santiago. Calor, pega, caras urbanas, ruido (mucho ruido) y soledad.

Sin embargo, valió la pena arrancarme a mi querida ciudad. Valdivia me parece cada vez más el mejor lugar para vivir. No es sólo un decir eso de "uno valora las cosas más, cuando las pierde". Llevo un buen tiempo sin el bosque, la tranquilidad, la brisa fresca, el sonido del viento en las hojas, el olor del mar, el fliur del rio... Ahora que me reencontré con todo eso, me parece un paraiso. No hay nada como poder tumbarte de espaldas en medio del pasto y mirar hacia el cielo, y ver la nubes pasar, emnarcadas por la danza de las copas de los árboles meciendose al ritmo del la suave brisa.

Y aún mejor es todo eso, abrazando a la mujer que amas. Realmente, este fin de semana valió por todos los que me he perdido desde que inicié mi práctica. Y valió, valió. No sólo me relajé y lo pasé bien, fue algo más profundo. Sentí que realmente mi espíritu se llenó de nuevo. Por mi no hubiese vuelto a la capital. Pero eso habría significado tener que volver a hacer la práctica... y no estoy dispuesto a dejar una vez más todo eso atrás por tanto tiampo.

Dicen que el hogar es donde está el corazón. Y es cierto. Por eso mi hogar no es ni siquiera mi ciudad, sino que mi hogar está en mi amada. Mi ciudad es mi casa, mi hogar es ella. Es increible como uno puede disfrutar de la vida sólo con la presencia de otra persona. ^___^

Y bien... ¿Qué hice? Fui a la playa, a Mancera. Como fuimos bastante tarde, nos bañamos poquito. A demás el agua estaba bastante turbia... cuerioso. Mancera solía ser mucho más cristalina. Según mi padre, debe haber sido por las recientes lluvias. También fuimos a la feria costumbrista y nos compramos unos kuchenes de yogurt (por cierto, muy ricos). También tuve la dicha de ser despertado por mi bienamada el domingo... y es una experiencia traméndamente gratificante que la primera visión del día sea ella. Y qué más... jajaja... tuve una interesante sesión de lucha contra pandas salvajes en el pasto ajajajaajj... También me sacié de cosas buenas. Ñoquis, torta, asado, animales en peligro de extinción (muy , muy ricos por cierto... lejos lo mejor del fin de semana). Jajajaj... y eso... lo pasé muy bien.

Y todo el mundo me encontró flaco... Jajajajajajjajajjaaj... cómo si YO me preocupara de estar bajando de peso o algo .. jajajaj.. a mi me importa un comino mi peso. Lo que me interesa es comer lo que tengo que comer, lo nutrientes que mi cuerpo necesita y la energía que deba ingerir. Nome cuido ni me maltrato. jajajaj.. Por lo tanto, barco pirata con las acusaciones y amenazas varias.

Bueno... ahora de regreso a la pega y a esperar mi siguiente retorno a mis tierras a reencontrarme con la vida misma... Porque aquí no hay vida, sólo sobrevivencia....

Por cierto, mi madre me agasajó con cosas ricas para comer y mi amor con ser tan rica... jajaja... en serio. Entre estar en otro mundo gracias a los abrazos y estar más que satisfecho con los chocolates helados y ñoquis... ah.. que vida. Pero no me gustaría tener que ausentarme tanto tiempo (aunque el trato se vuelva preferencial).

Una vez más... see you, Sapce Cowboys (and Cowgirls)... yo regreso al mundo laboral (pero con el recuerdo de mi tierra natal y mi bienamada).

Ah... para los que hayan leido antes que se me había perdido la credencial: la encontré cuando busqué el cable de mi celular. -_-U je

2 Comments:

Blogger Princesa Panda said...

n__nÛ pyo... jejejeje...
Vuelve pronto.

9:15 p. m.  
Blogger Igolo said...

jajaja, yo andube hoy por esos lares y debo reconocer que ya soy en parte valdiviano, en realidad la ciudad es muy linda y tiene un no se que, que se extraña...

8:36 p. m.  

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