sábado, enero 07, 2006

Mutilación

Ayer fue día de armar páginas. Se supone que mi pega habría consistido en ponerle pie de foto, sbtítulos, etc. a las cosas que faltaban. Por lo general a los atículos que no son de los reporteros... esos los arreglan ellos mismos. Pero Swinburn lo había hecho ya, así que me dejó sin pega.

Lo bueno es que me pasó un tema para reportear. Y es un tema interesante sobre patrimonio. Voy a hacer una nota sobre las salitreras y como fue la vida en ellas. Para eso tuve que leerme un libro que es la adaptación "novelada" de las memorias de Santiago Humberstone de cuando huyó de la oficina salitrera Agua Santa para la guerra del pacífico. Y digo "novelada" porque de novela tiene bien poco... es más una crónica. Casi no hay diálogos ni nada... pero bueno. De paso voy a entrevistar a una señora que nació en las salitreras y que ahora tiene una wea de traducciones en Providencia. Piola.

Así, me quedé en la tarde esperando que algo pasara. Como aún no sabían si iban a agregarle páginas o no a la edición, Swinburn me dijo que no me fuera. En una de esas iban a nescesitar mi entrevista con Godoy. Y así fue. Como a las 6 y media 7 tuve que empezar a ajustar el texto al espacio y al diseño. Casi me caigo de raja cuando vi cuanto tenía que sacarle. Tenía que mutilar como 48 líneas. Y eso es mucho. Por eso, por favor, a todos los que lean la entrevista: en realidad era mucho más larga e incluso tenía algunas preguntas y respuestas más... pero la necesidad pragmática del periodismo y el espacio me obligaron a ensañarme con mi texto. Jo...

En todo caso, el hecho de que me publiquen algo me hizo sentir bien. Como que me subió el ánimo. Jajajaja... es como orgullo profesional que estés una semana y te den el visto bueno. Claro, no es que sea un gran trabajo periodístico, pero es un texto mio en un diario nacional. Jajajaja... eso te relaja. Incluso me pareció que la ciudad estaba menos fea que lo normal cuando me regresé a casa como a las 8 y media... claro que eso puede haber sido también por el sol y sis colores del ocaso.